El bello conjunto medieval integrado por el edificio del Castillo y las casas que siguen el trazado de la antigua muralla del pueblo de Florejacs, nos conducen a un baño de paz entre los hermosos campos que les rodean.

El Castillo de Florejacs conserva la antigua torre cuadrada de vigilancia junto con el resto de la fortificación, ubicada en una zona dominante, desde dónde se tiene una visión fascinante de las tierras, los pueblos. Las puertas de entrada nos revelan parte de la belleza que podremos observar en el interior del recinto y su buen estado de conservación: la sala del cardenal, la habitación Sanllehi – junto con todas las pertenencias dejadas en herencia-, el salón largo, la sala de armas y no podía faltar la bodega, la cárcel, el pasadizo secreto...

Los primeros testimonios documentados del castillo lo datan en el s. XI. El castillo medieval fue construido por Arnau Mir de Tost, sobre una fortaleza más antigua. El castillo ha estado siempre en manos de la misma familia, actualmente sus propietarios son la familia Jaumandreu-Balanzó.

El castillo consta de una mansión señorial del  s. XVI adosada a la antigua muralla del pueblo y con una bonita torre medieval. Su interior es, por su ornamentación y mobiliario, un verdadero museo de tres niveles: la planta baja, donde encontramos las cuadras, la bodega, el calabozo y otras salas; la planta noble, con un salón, un precioso dormitorio y el comedor; y la planta alta, con diversas habitaciones.

Para visitantes curiosos: la sala de colecciones, con un interesante rosario de objetos de diversas épocas; el acceso al pasadizo secreto y la colección de armas.